'Al salir del palacio del rey, ese empleado se encontró con un compañero que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y le dijo: '¡Págame ahora mismo lo que me debes!'
Aquel hombre contestó: 'Le debo cien barriles de aceite de oliva'. El empleado le dijo: 'Aquí está tu cuenta. Rápido, siéntate y, en lugar de cien barriles, anota cincuenta'.