'A los pocos días, el hijo menor vendió lo que su padre le había dado y se fue lejos, a otro país. Allá se dedicó a darse gusto, haciendo lo malo y gastando todo el dinero.
Un día, el hijo más joven le dijo a su padre: 'Papá, dame la parte de tu propiedad que me toca como herencia'. Entonces el padre repartió la herencia entre sus dos hijos.
Jesús también les dijo a sus discípulos:
'Había una vez un hombre muy rico, que tenía un empleado encargado de cuidar todas sus riquezas. Pero llegó a saber que ese empleado malgastaba su dinero.
Cristo vino y anunció a todos las buenas noticias de paz: tanto a los que no son judíos y estaban lejos de Dios, como a los que son judíos y estaban cerca de él.
Sufrirán por lo que han hecho sufrir a otros, pues creen que serán felices haciendo a plena luz del día lo malo que se les antoja. Da vergüenza ver lo malo que hacen y el escándalo que arman cuando los acompañan a ustedes en sus fiestas de la iglesia.