Entonces le dijo al encargado del viñedo: 'Tres años seguidos he venido a ver si esta higuera ya tiene higos, y nunca encuentro nada. Córtala, pues sólo está ocupando terreno'.
El árbol que no da buenos frutos se corta y se quema.
El encargado le dijo: 'Señor, deje usted la higuera un año más. Aflojaré la tierra a su alrededor, y le pondré abono.
Cuando un árbol no produce buenos frutos, su dueño lo corta de raíz y lo quema. Dios ya está listo para destruir a los que no hacen lo que es bueno.
Si una de mis ramas no da uvas, mi Padre la corta; pero limpia las ramas que dan fruto para que den más fruto.
Si alguno no sigue unido a mí, le pasará lo mismo que a las ramas que no dan fruto: las cortan, las tiran y cuando se secan les prenden fuego.