No me preocupa si tengo que morir. Lo que sí quiero es tener la satisfacción de haber anunciado la buena noticia del amor de Dios, como me lo ordenó el Señor Jesús.
Todos los de la Junta Suprema se sorprendieron de oír a Pedro y Juan hablar sin ningún temor, a pesar de que eran hombres sencillos y de poca educación. Se dieron cuenta entonces de que ellos habían andado con Jesús.
No tengan miedo de sus enemigos. Si se comportan con valentía, verán cómo ellos serán destruidos y ustedes serán salvados, porque Dios les dará el triunfo.
Así se cumplió lo que dice en la *Biblia: «Abraham fue fiel y confió en Dios, y por eso Dios lo aceptó con agrado». Fue así como Abraham se hizo amigo de Dios.
'No tengas miedo de lo que vas a sufrir. El diablo meterá a algunos de ustedes en la cárcel, para ver si en verdad confían en mí. Ustedes tendrán muchas dificultades durante un corto tiempo. Pero si confían en mí hasta la muerte, yo les daré como premio la vida eterna.