Jesús expulsó a un demonio que había dejado mudo a un hombre. Cuando el demonio salió, el hombre empezó a hablar.
La gente estaba asombrada por lo que hizo Jesús,
Jesús se admiró al escuchar la respuesta del capitán. Entonces le dijo a la gente que lo seguía:
--¡Les aseguro que en todo Israel nunca había conocido a alguien que confiara tanto en mí como este extranjero!