Los sacerdotes acostumbraban nombrar a uno del grupo para que entrara al templo de Dios y quemara incienso en el altar. Esta vez le tocó a Zacarías entrar a quemar el incienso,
Entonces Judas tiró las monedas en el templo, y fue y se ahorcó.
Así estaban dispuestas todas las cosas en el santuario. Los sacerdotes entraban todos los días al Lugar Santo para celebrar el culto.