En ese mismo momento, Zacarías empezó a hablar y alabó a Dios.
Cuando Jesús expulsó al demonio, el hombre pudo hablar. La gente que estaba allí quedó asombrada, y decía: '¡Nunca se había visto algo así en Israel!'
Pero como no me creíste, no vas a poder hablar hasta que suceda lo que te dije.