Los fariseos le preguntaron: --¿Cómo es que ya puedes ver? El joven les respondió: --Jesús me puso lodo en los ojos, y ahora puedo ver.
Entonces le preguntaron al que había sido ciego: --Ya que ese hombre te dio la vista, ¿qué opinas de él? --Yo creo que es un profeta --les contestó--.