Cuando Jesús recibió el mensaje, dijo: 'Esta enfermedad no terminará en muerte. Servirá para mostrar el poder de Dios, y el poder que tengo yo, el Hijo de Dios'.
Más bien le diré a mi Padre: 'Muéstrale al mundo tu poder'.
Luego, desde el cielo se oyó una voz que decía: 'Ya he mostrado mi poder, y volveré a hacerlo de nuevo'.
Cuando alguien muere, se entierra su cuerpo, y ese cuerpo se vuelve feo y débil. Pero cuando esa persona vuelva a la vida, su cuerpo será hermoso y fuerte, y no volverá a morir.
Cuando lo insultaban, jamás contestaba con insultos, y jamás amenazó a quienes lo hicieron sufrir. Más bien, dejó que Dios se encargara de todo y lo cuidara, pues Dios juzga a todos con justicia.