Pues no aprende, ni piensa;
cierra los ojos para no ver,
y se tapa los oídos para no oír.
Si no fuera así,
entendería mi mensaje,
cambiaría su manera de vivir,
¡y yo la salvaría!'
Cuando muchos de los seguidores de Jesús le oyeron enseñar esto, dijeron:
--Esto que dices es muy difícil de aceptar. ¿Quién puede estar de acuerdo contigo?
Ellos le dijeron:
--¡Nuestro padre es Abraham!
Entonces Jesús les contestó:
--Si en verdad ustedes fueran descendientes de Abraham, harían lo que él hizo.
Antes de terminar su discurso, Esteban les dijo a los de la Junta Suprema:
--¡Ustedes son muy tercos! ¡No entienden el mensaje de Dios! Son igual que sus antepasados. Siempre han desobedecido al Espíritu Santo.