El oficial les preguntó a qué hora el muchacho había empezado a sentirse mejor, y ellos respondieron: 'La fiebre se le quitó ayer a la una de la tarde'.
El padre del muchacho recordó que a esa misma hora Jesús le dijo: 'Regresa a tu casa. Tu hijo vive'. Por eso, el oficial del rey y toda su familia creyeron en Jesús.