Al oír esto, la mujer le dijo: --Señor, me parece que usted es un profeta.
Y los que venían con Jesús contestaban: --¡Es Jesús, el profeta! Él es de Nazaret, el pueblo de Galilea. Jesús y los comerciantes del templo
Jesús preguntó: --¿Qué ha pasado? Ellos le respondieron: --¡Lo que le han hecho a Jesús, el profeta de Nazaret! Para Dios y para la gente, Jesús hablaba y actuaba con mucho poder.
Al ver eso, la gente tuvo mucho miedo y comenzó a alabar a Dios. Todos decían: '¡Hay un profeta entre nosotros! ¡Ahora Dios va a ayudarnos!'
Al ver esto, Simón pensó: 'Si de veras este hombre fuera profeta, sabría que lo está tocando una mujer de mala fama'.
porque has tenido cinco, y el hombre con el que ahora vives no es tu esposo.
'Vengan a ver a un hombre que sabe todo lo que he hecho en la vida. ¡Podría ser el Mesías!'
Cuando todos vieron este milagro, dijeron: 'De veras este es el profeta que tenía que venir al mundo'.
Cuando algunos de los que estaban allí oyeron esto, dijeron: 'De veras que este hombre es el profeta que Dios nos iba a enviar'.
Entonces le preguntaron al que había sido ciego: --Ya que ese hombre te dio la vista, ¿qué opinas de él? --Yo creo que es un profeta --les contestó--.