Jesús se reunió a solas con los doce discípulos y les dijo: 'Ahora iniciamos nuestro viaje hacia Jerusalén. Allí pasará todo lo que anunciaron los profetas acerca de mí, el Hijo del hombre.
Faltaba muy poco para que empezara la fiesta de la Pascua, y Jesús sabía que se acercaba el momento de dejar este mundo para ir a reunirse con Dios su Padre. Él siempre había amado a sus seguidores que estaban en el mundo, y los amó de la misma manera hasta el fin.
decidieron no romperlo sino echarlo a la suerte para ver a quien le tocaba. Así se cumplió lo que dice la Biblia:
'Se repartieron entre ellos mi ropa;
echaron suertes sobre mi manto'.