¿No crees que yo y el Padre somos uno?
Y a los discípulos les dijo:
--Lo que les he dicho, no lo dije por mi propia cuenta. Yo sólo hago lo que el Padre quiere que haga. Él hace sus propias obras por medio de mí.
Te pido que se mantengan unidos entre ellos, y que así como tú y yo estamos unidos, también ellos se mantengan unidos a nosotros. Así la gente de este mundo creerá que tú me enviaste.
Esta vida eterna la reciben cuando creen en ti y en mí; en ti, porque eres el único Dios verdadero, y en mí, porque soy el Mesías que tú enviaste al mundo.
Jesús les respondió:
--Si en verdad Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo vengo del cielo, donde está Dios. Yo no vine por mi propia cuenta, sino que Dios me envió.
Lo que el Señor Jesucristo me enseñó, es lo mismo que yo les he enseñado a ustedes: La noche en que el Señor Jesús fue entregado para que lo mataran en la cruz, tomó en sus manos pan,
Además, siempre damos gracias a Dios porque al llevarles su mensaje, ustedes lo aceptaron como de parte de Dios y no de un ser humano. Y es verdad, ese mensaje es de Dios y hace que los que confían en él cambien su manera de vivir.
Queridos hermanos en Cristo, nosotros les hemos enseñado a vivir como a Dios le agrada, y en verdad lo están haciendo. Ahora les rogamos y los animamos de parte del Señor Jesús a que se esfuercen cada vez más por vivir así.
Dios le ha mostrado a Jesucristo lo que pronto sucederá, para que él se lo enseñe a sus servidores. Por eso Jesucristo se lo ha comunicado a Juan, su servidor, por medio de un ángel; y Juan ha puesto por escrito toda la verdad.