'Padre, los seguidores que tengo me los diste tú, y quiero que estén donde yo voy a estar, para que vean todo el poder que me has dado, pues me has amado desde antes de que existiera el mundo.
'Ruego por ellos. No pido por la gente que no me acepta y que sólo piensa en las cosas de este mundo. Más bien pido por los seguidores que me diste y que son tuyos.
¿Puede alguien castigarlos? ¡De ninguna manera, pues Jesucristo murió por ellos! Es más, Jesucristo resucitó, y ahora está a la derecha de Dios, rogando por nosotros.