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Referencias Cruzadas

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Juan 12:27

Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

'En este momento estoy sufriendo mucho y me encuentro confundido. Quisiera decirle a mi Padre que no me deje sufrir así. Pero no lo haré, porque yo vine al mundo precisamente para hacer lo que él me mandó.

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24 Referencias Cruzadas  

En ese momento, Jesús se dirigió a Dios y le dijo: '¡Padre, tú gobiernas en el cielo y en la tierra! Te doy gracias porque no mostraste estas cosas a los que conocen mucho y son sabios. En cambio, las mostraste a gente humilde y sencilla.

Y todo, Padre, porque tú así lo has querido'.

Jesús se fue a orar otra vez, y decía: --Padre, si tengo que pasar por este sufrimiento, estoy dispuesto a obedecerte.

Luego volvió Jesús a donde estaban los tres discípulos y les dijo: '¿Siguen descansando y durmiendo? Ya vienen los malvados para apresarme a mí, el Hijo del hombre.

Jesús sufría mucho, pero oraba con más fuerza que antes. Su sudor caía al suelo como grandes gotas de sangre.

Todos los días estuve enseñando en el templo delante de ustedes, y nunca me arrestaron. Pero bueno, el diablo los controla a ustedes y él les mandó que lo hicieran ahora, en la oscuridad. Además, Dios hasta ahora se lo permite'. Pedro niega que conoce a Jesús

La gente quitó la piedra de la entrada. Luego, Jesús miró al cielo y dijo: 'Padre, te doy gracias porque me has escuchado.

Él les dijo: --Ha llegado el momento de que todos sepan de verdad quién es el Hijo del hombre.

Después de decir esto, Jesús se sintió muy preocupado, y dijo: 'Yo sé que uno de ustedes me va a traicionar'.

--Entonces sí eres rey --replicó Pilato--. Y Jesús le contestó: --Si tú lo dices... Yo por mi parte vine al mundo para hablar acerca de la verdad. Y todos los que conocen y dicen la verdad me escuchan.

Esto es verdad, y todos deben creerlo: Jesucristo vino a este mundo para salvar a los pecadores del castigo que merecen, ¡y yo soy el peor pecador de todos! Pero Dios fue bueno y me salvó. Así demostró la gran paciencia que Jesucristo tuvo conmigo. Lo hizo para que otros sigan mi ejemplo y confíen en Cristo para tener vida eterna.

Nosotros somos seres de carne y hueso. Por eso Jesús se hizo igual a nosotros. Sólo así podía morir para vencer al diablo, que tenía poder para matar a hombres y mujeres.

Cuando Cristo estuvo aquí en el mundo, oró mucho a Dios, y con lágrimas le rogó que lo librara de la muerte, pues Dios tenía poder para hacerlo. Y como Cristo siempre fue obediente, Dios contestó su oración.




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