Mis seguidores me conocen, y yo también los conozco a ellos. Son como las ovejas, que reconocen la voz de su pastor, y él las conoce a ellas. Mis seguidores me obedecen,
Pero nosotros pertenecemos a Dios y podemos saber quién tiene el Espíritu que dice la verdad, y quién tiene el espíritu del engaño: El que es de Dios nos hace caso, pero el que no es de Dios nos ignora. Debemos amarnos