Al día siguiente, Jesús decidió ir a la región de Galilea. Allí encontró a Felipe, que era de Betsaida, el pueblo donde vivían Andrés y Pedro. Jesús le dijo a Felipe: 'Sígueme'.
El Espíritu de Dios y la esposa del Cordero dicen: '¡Ven, Señor Jesús!'
Y todos los que estén escuchando digan: '¡Ven, Señor Jesús!'
Y el que tenga sed y quiera agua, que venga y tome gratis del agua que da vida eterna.