Entonces aquellos judíos les dieron dinero a otros para que mintieran. Tenían que decir: 'Esteban ha insultado a Dios y a nuestro antepasado Moisés. Nosotros mismos lo hemos oído'.
Hay que recordar que desde hace mucho tiempo, en esos mismos pueblos y ciudades, se ha estado enseñando y predicando la ley de Moisés. Esto pasa cada sábado en nuestras sinagogas'. La carta
Pero los judíos se pusieron en contra de Pablo y lo insultaron. Entonces Pablo se sacudió el polvo de su ropa en señal de rechazo, y les dijo: 'Si Dios los castiga, la culpa será de ustedes y no mía. De ahora en adelante les hablaré a los que no son judíos'.
y gritaron:
'¡Israelitas, ayúdennos! ¡Este es el hombre que anda por todas partes, hablando en contra de nuestro país, en contra de la ley de Moisés, y en contra de este templo! ¡Hasta extranjeros ha metido en el templo! ¡No respeta ni este lugar santo!'
También le pidieron a Festo que les hiciera el favor de ordenar que Pablo fuera llevado a Jerusalén. Ellos planeaban matar a Pablo cuando viniera de camino a la ciudad.
Cuando Pablo entró en la corte, los judíos que habían venido desde Jerusalén comenzaron a acusarlo de hacer cosas muy malas. Pero no pudieron demostrar que todo eso fuera cierto.
y llamaron a algunos hombres para que dijeran más mentiras. Uno de ellos dijo: 'Este hombre anda diciendo cosas terribles contra el santo templo y contra la Ley de Moisés.
Antes yo ofendía a Jesucristo, lo perseguía y lo insultaba. Aun así, él confió en mí. Y es que Dios fue bueno conmigo y me perdonó, pues yo todavía no creía en Cristo ni sabía lo que estaba haciendo.