Algo muy diferente pasó con un hombre llamado Ananías. Este hombre se puso de acuerdo con su esposa, que se llamaba Safira, y vendieron un terreno,
Todos los que mi Padre ha elegido para que sean mis seguidores vendrán a buscarme, y yo no los rechazaré.
Bernabé vendió un terreno suyo, y todo el dinero de la venta se lo entregó a los apóstoles.
pero se quedaron con parte del dinero de la venta. El resto se lo entregaron a los apóstoles.
En la casa de un hombre rico no todo es de oro o de plata, sino que algunos objetos son de madera o de barro. Unos sirven para ocasiones especiales y otros para usarlos todos los días.