y de un salto, se puso en pie y empezó a caminar. Alegremente, y sin pensarlo dos veces, entró al templo con Pedro y Juan, caminando y saltando y alabando a Dios.
Siéntanse felices, salten de alegría, porque Dios ya les tiene preparado un premio muy grande. Hace mucho tiempo, su propia gente también trató muy mal a los profetas'. Maldiciones
En seguida el hombre que tenía el espíritu malo saltó sobre ellos y comenzó a golpearlos. Tanto los maltrató, que tuvieron que huir del lugar completamente desnudos y lastimados.