Aquel hombre los miró atentamente, pensando que iban a darle algo.
Ellos se le quedaron mirando, y Pedro le dijo: 'Préstanos atención'.
Sin embargo, Pedro le dijo: 'No tengo oro ni plata, pero te voy a dar lo que sí tengo: En el nombre de Jesucristo de Nazaret, te ordeno que te levantes y camines'.