'Todavía estábamos en el camino, ya muy cerca de Damasco, cuando de repente, como a las doce del día, vino del cielo una fuerte luz y todo a mi alrededor se iluminó.
Todos caímos al suelo. Luego oí una voz que venía del cielo, y que me dijo en arameo: 'Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? ¡Sólo los tontos pelean contra mí!'