Pablo contestó: --Amigos, yo no sabía que él era el jefe de los sacerdotes. La Biblia dice que no debemos hablar mal del jefe de nuestro pueblo.
Los demás judíos de la Junta le dijeron: --¿Por qué insultas al jefe de los sacerdotes de Dios?
'Durante muchos años anduve por otros países. Luego volví a mi país para traer dinero a los pobres y presentar una ofrenda a Dios.
El castigo será especialmente para los que no obedecen sus órdenes y viven haciendo todo lo malo que se les antoja. Esos falsos maestros son tercos y orgullosos, y no tienen miedo de insultar a los ángeles buenos.