Pero Pablo le dijo: --Dios lo va a golpear a usted, ¡hipócrita! Usted tiene que juzgarme de acuerdo con la Ley, entonces ¿por qué la desobedece ordenando que me golpeen?
Luego Anás envió a Jesús, todavía atado, a Caifás, el jefe de los sacerdotes. Pedro insiste en no conocer a Jesús
--Según nuestras leyes, no podemos condenar a nadie sin antes escucharlo.
Los demás judíos de la Junta le dijeron: --¿Por qué insultas al jefe de los sacerdotes de Dios?