Si todo su cuerpo está iluminado, sin que haya ninguna parte oscura, entonces la vida de ustedes alumbrará en todos lados, como cuando una lámpara los ilumina con su luz. ¡Qué mal les va a ir!
Ahora Dios te va a castigar: te quedarás ciego por algún tiempo y no podrás ver la luz del sol'.
En ese mismo instante, Elimas sintió como si una nube oscura le hubiera cubierto los ojos, y andaba como perdido, buscando que alguien le diera la mano para guiarlo. Estaba completamente ciego.