Hace mucho tiempo el rey David dijo lo siguiente, refiriéndose a Jesús: 'Veo siempre a Dios delante de mí; con él a mi derecha no tengo nada qué temer.
Isabel y Zacarías eran muy buenos y obedecían todos los mandamientos de Dios.
Pronto, muy pronto, todos ustedes huirán, cada uno por su lado, y me dejarán solo. Pero no estaré solo, porque Dios mi Padre está conmigo.
Por eso estoy contento y canto de alegría. Por eso estoy tranquilo: porque siempre confío en Dios.