Pero yo salvaré a todos los que me obedezcan y a todos los que me pidan ayuda'.
Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
El sol dejará de alumbrar, y la luna se pondrá roja como la sangre. Esto pasará antes de que llegue el maravilloso día en que mi Hijo juzgue al mundo.
Así que, no esperes más; levántate, bautízate y pídele al Señor que perdone tus pecados'.
--Levántate y ve a la Calle Recta. En la casa de Judas, busca a un hombre de la ciudad de Tarso. Se llama Saulo, y está orando allí.
Sin embargo, el Señor le dijo: --Ve, porque yo he elegido a ese hombre para que me sirva. Él hablará de mí ante extranjeros y reyes, y ante el pueblo de Israel.
Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama.