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Referencias Cruzadas

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Hechos 19:9

Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

Pero algunos judíos se pusieron tercos y no quisieron creer. Al contrario, comenzaron a decirle a la gente cosas terribles acerca de los seguidores de Jesús. Al ver esto, Pablo dejó de reunirse con ellos y, acompañado de los nuevos seguidores, comenzó a reunirse todos los días en la escuela de un hombre llamado Tirano.

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39 Referencias Cruzadas  

No hagan caso de los fariseos: son como el ciego que guía a otro ciego, y si un ciego guía a otro, los dos terminan cayéndose en una zanja.

Ustedes piden una señal porque son malos y no quieren creer. Pero la única señal que les daré será lo que le pasó al profeta Jonás. Dicho esto, Jesús los dejó y se fue. Las enseñanzas de los fariseos

Jesús se volvió a la gente y le preguntó: '¿Por qué han venido con cuchillos y palos, como si yo fuera un criminal? Todos los días estuve enseñando en el templo, y allí nunca me apresaron.

'Dios los ha hecho tercos, y no los deja entender, para que no se arrepientan ni crean en él, ni se salven'.

Cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Allí estuvieron un año con toda la gente de la iglesia, y enseñaron a muchas personas. Fue allí, en Antioquía, donde por primera vez la gente comenzó a llamar cristianos a los seguidores de Jesús.

La gente de Iconio no sabía qué hacer, pues unos apoyaban a los judíos, y otros a Pablo y a Bernabé.

Algunos judíos creyeron en lo que Pablo decía y llegaron a ser seguidores de Jesús, uniéndose al grupo de Pablo y Silas. También creyeron en Jesús muchos griegos que amaban y obedecían a Dios, y muchas mujeres importantes de la ciudad.

Por aquel tiempo los seguidores de Jesús tuvieron un gran problema,

Pablo quiso entrar para hablar con la gente, pero los seguidores de Jesús no se lo aconsejaron.

'Por eso, tengan mucho cuidado. Recuerden los consejos que les he dado durante tres años, a pesar de tantos problemas y dificultades.

Antes buscaba por todas partes a los seguidores del Señor Jesús, para matarlos. A muchos de ellos, hombres y mujeres, los atrapé y los metí en la cárcel.

Lo único que dije ante la Junta, fue que me estaban juzgando por creer que los muertos pueden volver a vivir.

Sin embargo, sí queremos que nos digas lo que tú piensas, porque hemos sabido que en todas partes se habla en contra de este nuevo grupo al que tú perteneces.

Antes de terminar su discurso, Esteban les dijo a los de la Junta Suprema: --¡Ustedes son muy tercos! ¡No entienden el mensaje de Dios! Son igual que sus antepasados. Siempre han desobedecido al Espíritu Santo.

Realmente, sólo el pequeño grupo elegido por Dios logró encontrar lo que todos los demás buscaban. Y es que los demás eran muy tercos.

Así que todo depende de lo que Dios decida hacer: él se compadece de quien quiere, y a quien quiere lo vuelve terco. El enojo y la compasión de Dios

Aunque muchos allí están en contra mía, tengo una buena oportunidad de servir a Dios y de obtener buenos resultados.

y peleas en todo momento. Y los que hacen eso son gente incapaz de pensar bien, que no conoce la verdad; son gente que piensa que por medio de la religión puede ganar mucho dinero.

Seguramente ya sabes que todos los cristianos de la provincia de Asia me abandonaron. ¡Hasta Figelo y Hermógenes me dejaron solo!

Dirán que aman y respetan a Dios, pero con su conducta demostrarán lo contrario. No te hagas amigo de esa clase de gente,

Quiero que anuncies el mensaje de Dios en todo momento. Insiste en anunciarlo, aunque no parezca ser el mejor momento. Muéstrale a la gente sus errores, corrígela y anímala; instrúyela con mucha paciencia.

Al contrario, mientras aún queda tiempo, cada uno debe animar al otro a seguir confiando. Así nadie pensará que al pecar hace el bien, ni dejará de obedecer a Dios.

Estos hombres no entienden nada, lo hacen todo por capricho, discuten acerca de lo que no entienden, y como los animales, nacen para que los atrapen y los maten.

Mucha gente vivirá como esos falsos maestros, haciendo todo lo malo que se les antoje. Por culpa de ellos la gente hablará mal de los cristianos y su modo de vivir.

Sin embargo, esta gente insulta hasta lo que no conoce. Se comportan como los animales, que conocen las cosas pero no las entienden, y por eso terminan destruyéndose a sí mismos.




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