A la noche siguiente, el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: 'Anímate, porque así como has hablado de mí en Jerusalén, también lo harás en Roma'. Plan para matar a Pablo
En Damasco vivía un seguidor de Jesús llamado Ananías. En una visión que tuvo, oyó que el Señor lo llamaba:
--¡Ananías! ¡Ananías!
--Señor, aquí estoy --respondió.
Y el Señor le dijo:
También saben que en la ciudad de Filipos nos insultaron y maltrataron. Pero aunque tuvimos muchas dificultades, Dios nos dio valor para anunciarles la buena noticia.