Jesús miró con enojo a los que lo rodeaban y, al ver que eran muy tercos y no tenían amor, se puso muy triste. Entonces le dijo al enfermo: 'Extiende la mano'.
El hombre extendió la mano, y le quedó sana.
Jesús miró a todos y les dijo:
--Entonces, cuando la Biblia dice:
'La piedra que
los constructores despreciaron,
ahora es la más
importante de todas'.
'¿Qué quiso decir con eso?
Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ellos, y en seguida empezaron a hablar en otros idiomas. Cada uno hablaba según lo que el Espíritu Santo le indicaba.
Cuando terminaron de orar, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo. A partir de ese momento, todos hablaban acerca de Jesús sin ningún temor. La vida de los seguidores de Jesús