El terreno es el mundo, y las buenas semillas de trigo son todos los que obedecen las leyes del reino de Dios. Las semillas de cizaña son los que obedecen al diablo,
Jesús les dijo a los fariseos y maestros de la Ley:
'¡Qué mal les va a ir, hipócritas! Ustedes les cierran la puerta del reino de Dios a los demás. Y ni entran ustedes, ni dejan que otros entren.
Al ver Juan que muchos fariseos y saduceos venían para que él los bautizara, les dijo:
'¡Ustedes son unas víboras! ¿Creen que van a escaparse del castigo que Dios les enviará?
'¡Qué mal les va a ir, maestros de la Ley! Ustedes saben muy bien lo que significa conocer a Dios, pero no hacen nada por conocerlo, ni dejan que otros lo hagan.
El padre de ustedes es el diablo, y ustedes tratan de hacer lo que él quiere. Siempre ha sido un asesino y un gran mentiroso. Todo lo que dice son sólo mentiras, y hace que las personas mientan.
Pero tengo miedo de que les pase lo mismo que a Eva, que fue engañada por la astuta serpiente. También ustedes pueden ser engañados y dejar de pensar con sinceridad y pureza acerca de Cristo.
Ya no seremos como niños, que ahora piensan una cosa y más tarde piensan otra, y que son fácilmente engañados por las falsas enseñanzas de gente astuta que recurre a toda clase de trampas.
Pero el que siempre hace lo malo es amigo del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el día en que Dios creó al mundo. Por esta razón vino el Hijo de Dios al mundo: para destruir todo lo que hace el diablo.