Pedro entendió entonces lo que le había pasado, y dijo: 'Sí, es verdad. Dios envió a un ángel para librarme de todo lo malo que Herodes Agripa y los judíos querían hacerme'.
'Por fin comprendió lo tonto que había sido, y pensó: 'En la finca de mi padre los trabajadores tienen toda la comida que desean, y yo aquí me estoy muriendo de hambre.
De repente, un ángel de Dios se presentó, y una luz brilló en la cárcel. El ángel tocó a Pedro para despertarlo y le dijo: 'Levántate, date prisa'.
En ese momento las cadenas se cayeron de las manos de Pedro,
Dos años después, Félix dejó de ser el gobernador, y en su lugar empezó a gobernar Porcio Festo. Pero, como Felix quería quedar bien con los judíos, dejó preso a Pablo.
Esto nos demuestra que Dios sabe solucionar los problemas y dificultades que tienen los que le obedecen, y que también sabe castigar a los que hacen el mal. Y lo hará el día en que juzgue a todos.