No hay duda de que es muy profunda la verdad de la religión cristiana:
Cristo vino al mundo como hombre.
El Espíritu lo declaró inocente.
Los ángeles lo vieron.
Su mensaje se anunció
entre las naciones,
y el mundo creyó en él.
Fue llevado al cielo
y Dios lo colmó de honores.
Y aunque Melquisedec no pertenecía a la familia de Leví, recibió la décima parte de lo que había ganado Abraham, a quien Dios le había hecho promesas.
Melquisedec bendijo a Abraham
Los sacerdotes que ahora reciben la décima parte de lo que ganamos son personas que algún día morirán. Melquisedec, en cambio, sigue vivo, porque la Biblia no dice que haya muerto.