Nosotros, en cambio, los que sí hemos creído en la buena noticia, disfrutaremos de la paz y de la tranquilidad que Dios nos ha prometido. Pero a los que no creyeron, Dios les dijo: 'Por eso les juré muy enojado: 'Ustedes jamás entrarán en mi lugar de reposo''. Dios dijo esto refiriéndose a su descanso cuando terminó de crear el mundo.