'El Espíritu de Dios está sobre mí,
porque me eligió para dar
buenas noticias a los pobres.
'Dios me envió
para anunciar libertad a los prisioneros,
para devolverles la vista a los ciegos,
para rescatar a los que son maltratados
Jesús le dijo:
--No me detengas, pues todavía no he ido a reunirme con mi Padre. Pero ve y dile a mis discípulos que voy a reunirme con él, pues también es Padre de ustedes. Él es mi Dios, y también es Dios de ustedes.
Jesús de Nazaret y Dios le dio el poder del Espíritu Santo. Como Dios estaba con él, Jesús hizo siempre lo bueno y sanó a todos los que vivían bajo el poder del diablo.
'Es verdad que en esta ciudad se unieron Herodes Antipas, Poncio Pilato, el pueblo romano y el pueblo de Israel, para matar a Jesús, a quien tú elegiste para que fuera nuestro rey.
Que Dios, quien nos da seguridad, los llene de alegría. Que les dé la paz que trae el confiar en él. Y que, por el poder del Espíritu Santo, los llene de esperanza. El trabajo de Pablo como apóstol
En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios,
Todos los que aman y obedecen a Dios son sus hijos, y Dios es padre de todos ellos. Y como Jesús también es Hijo de Dios, no le da vergüenza tratarlos como hermanos,
Pero Dios nos ama y envió a Jesús a morir para salvarnos. Por eso, aunque Dios permitió que por algún tiempo Jesús fuera menos importante que los ángeles, ahora se le rinde gloria y honor.
Jesús es el Jefe de Sacerdotes que necesitábamos, pues es santo, en él no hay maldad, y nunca ha pecado. Dios lo apartó de los pecadores, lo hizo subir al cielo, y lo puso en el lugar más importante de todos.
Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por medio de la resurrección de Jesucristo ha cambiado totalmente nuestra vida. Aunque no merecemos que Dios nos ame, por su gran amor cambió nuestra vida para que siempre estemos seguros de nuestra salvación,