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Referencias Cruzadas

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Gálatas 6:7

Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

No crean ustedes que pueden engañar a Dios. Cada uno cosechará lo que haya sembrado.

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28 Referencias Cruzadas  

Pero Abraham le respondió: 'Tú eres mi descendiente, pero recuerda que cuando ustedes vivían, a ti te iba muy bien, y a Lázaro, muy mal. Ahora, él es feliz aquí, mientras que a ti te toca sufrir.

Jesús les respondió: --¡Cuidado! No se dejen engañar. Muchos vendrán y se harán pasar por mí, diciendo a la gente: 'Yo soy el Mesías', o 'Ya ha llegado la hora'. Pero no les hagan caso.

¡No se dejen engañar! Bien dice el dicho, que 'Las malas amistades echan a perder las buenas costumbres'.

¡No se engañen a ustedes mismos! Si alguno cree que es muy sabio y que sabe mucho de las cosas de este mundo, para ser sabio de verdad debe comportarse como un ignorante.

No se dejen engañar. Ustedes bien saben que los que hacen lo malo no participarán en el reino de Dios. Me refiero a los que tienen relaciones sexuales prohibidas, a los que adoran a los ídolos, a los que son infieles en el matrimonio, a los hombres que se comportan como mujeres, a los homosexuales, a los ladrones, a los que siempre quieren más de lo que tienen, a los borrachos, a los que hablan mal de los demás, y a los tramposos. Ninguno de ellos participará del reino de Dios.

Acuérdense de esto: 'El que da poco, recibe poco; el que da mucho, recibe mucho'.

Si alguien se cree importante, cuando en realidad no lo es, se está engañando a sí mismo.

No se dejen engañar con ideas tontas, pues por cosas así Dios castigará terriblemente a quienes no le obedecen.

No permitan que nadie los engañe. Ese día no llegará hasta que los enemigos de Dios se rebelen contra él y haya aparecido el hombre malvado, que será destruido.

¡Obedezcan el mensaje de Dios! Si solo lo escuchan y no lo obedecen, se engañan a ustedes mismos y les sucederá lo mismo que a quien se mira en un espejo: tan pronto como se va, se olvida de cómo era.

Quien se cree muy *santo y no cuida sus palabras, se engaña a sí mismo y de nada le sirve tanta religiosidad.

Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no decimos la verdad.

Hijitos míos, ¡que nadie los engañe! Todo el que obedece a Dios es tan justo como lo es Jesús.

Ellos les enseñaron que en los últimos tiempos habría gente burlona, que se dejaría controlar por sus malos deseos.




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