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Referencias Cruzadas

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Gálatas 6:14

Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

Yo, en cambio, sólo me sentiré orgulloso de haber creído en la muerte de nuestro Señor Jesucristo. Gracias a su muerte, lo que este mundo malo piense de mí ya no me importa; es como si para este mundo yo ya hubiera muerto.

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37 Referencias Cruzadas  

Pues bien, el dueño regresará y los matará, luego entregará la viña a otras personas. Cuando la gente oyó eso, dijo: --¡Qué jamás suceda tal cosa!

No me da vergüenza anunciar esta buena noticia. Gracias al poder de Dios, todos los que la escuchan y creen en Jesús son salvados; no importa si son judíos o no lo son.

¡Por supuesto que no! Nosotros ya no tenemos nada que ver con el pecado, así que ya no podemos seguir pecando.

Una cosa es clara: antes éramos pecadores, pero cuando Cristo murió en la cruz, nosotros morimos con él. Así que el pecado ya no nos gobierna.

Sin embargo, nosotros les anunciamos que Jesús es el Mesías, ¡y que murió en la cruz! Para la mayoría de los judíos, esto es un insulto; y para los que no son judíos, es una tontería.

Por eso, mis queridos hermanos, manténganse firmes, y nunca dejen de trabajar más y más por el Señor. Y sepan que nada de lo que hacen para Dios es inútil.

Al contrario, decidí hablarles sólo de Cristo, y principalmente de su muerte en la cruz.

Por lo tanto, nadie se llene de orgullo por lo que hacen simples seres humanos. En realidad todo es de ustedes:

Voy a continuar como hasta ahora, sin recibir dinero de ustedes. Así esos falsos profetas no podrán sentirse importantes. Andan engañando a la gente diciendo que son apóstoles de Cristo y que sirven a Dios igual que nosotros.

Jesucristo siempre obedeció a nuestro Padre Dios, y se dispuso a morir para que Dios perdonara nuestros pecados y nos librara de este mundo malvado.

Nosotros queremos que Dios nos acepte por medio de Cristo. Pero si al hacer esto descubrimos que también nosotros somos pecadores como la gente de otros países, ¿vamos a pensar por eso que Cristo nos hizo pecar? ¡Claro que no!

Para la ley estoy muerto, y lo estoy por causa de la ley misma. Sin embargo, ¡ahora vivo para Dios!

En realidad, también yo he muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme.

Esto no significa que la ley esté en contra de las promesas de Dios. ¡De ninguna manera! Porque si la ley pudiera darnos vida eterna, entonces Dios nos hubiera aceptado por obedecerla.

Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos.

Hay muchos que viven como si la muerte de Cristo en la cruz no sirviera de nada. Eso ya se lo había dicho a ustedes varias veces, pero ahora vuelvo a repetirlo con lágrimas en los ojos.

Los verdaderos circuncidados somos nosotros, los que guiados por el Espíritu adoramos a Dios y estamos orgullosos de pertenecer a Jesucristo. Nosotros no creemos que podamos hacer nada para salvarnos. Si la salvación dependiera de la circuncisión, yo podría sentirme más orgulloso que cualquiera:

Ustedes están unidos a Cristo por medio de su muerte en la cruz, y ya no están sometidos a los espíritus que gobiernan este mundo. Entonces, ¿por qué se comportan como si todavía estuvieran bajo su dominio? ¿Por qué obedecen a quienes les dicen




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