Dice que él tuvo dos hijos, uno de ellos con su esclava, y el otro con su esposa, que era libre.
El hijo de la esclava nació como nacemos todos nosotros, pero el hijo de su esposa nació gracias a que Dios se lo prometió a Abraham.
Pero la Biblia nos cuenta que Dios le dijo a Abraham: 'Echa fuera de tu casa a la esclava y a su hijo. Porque el hijo de una esclava no tiene derecho de recibir lo que le corresponde al hijo de la esposa, la cual es libre'.
Hermanos, nosotros no somos esclavos de la ley, sino libres. No somos como el hijo de la esclava, sino como el de la mujer libre.