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Referencias Cruzadas

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Gálatas 2:9

Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados los líderes más importantes de la iglesia, se dieron cuenta de ese privilegio que Dios me había dado. Entonces quedamos de acuerdo en que Bernabé y yo anunciaríamos la buena noticia a los que no son judíos, y que ellos la anunciarían a quienes sí lo son. Y para mostrarnos que estaban de acuerdo, nos dieron la mano.

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32 Referencias Cruzadas  

Por eso te llamaré Pedro, que quiere decir 'piedra'. Sobre esta piedra construiré mi iglesia, y la muerte no podrá destruirla.

Jesús llamó a Pedro y a Juan, y les dijo: --Vayan y preparen la cena de Pascua.

Entonces Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús. Cuando Jesús vio a Simón, le dijo: 'Tú eres Simón, hijo de Juan, pero ahora te van a llamar Cefas, es decir, Pedro'. Jesús llama a Felipe y a Natanael

Pedro les hizo señas para que se callaran, y empezó a contarles cómo Dios lo había sacado de la cárcel. También les dijo: 'Vayan y cuenten esto a Jacobo y a los demás seguidores de Jesús'. Luego se despidió de todos, y se fue a otro pueblo.

Cuando terminaron de hablar, Santiago, el hermano de Jesús, les dijo a todos: 'Amigos míos, escúchenme.

Luego de una larga discusión, Pedro les dijo: 'Amigos míos, como ustedes saben, hace algún tiempo Dios me eligió para anunciar las buenas noticias de Jesús a los que no son judíos, para que ellos crean en él.

Esto también lo hizo un hombre de la tribu de Leví, que había nacido en la isla de Chipre. Se llamaba José, pero los apóstoles le decían Bernabé, que significa 'El que consuela a otros'.

Jesús me demostró su amor y me eligió para que le sirva como apóstol, pues quiere que todo el mundo le obedezca y crea en él.

Dios en su bondad me nombró apóstol, y por eso les pido que no se crean mejores de lo que realmente son. Más bien, véanse ustedes mismos según la capacidad que Dios les ha dado como seguidores de Cristo.

Sin embargo, me he atrevido a escribirles abiertamente acerca de algunas cosas, para que no las olviden. Lo hago porque Dios ha sido bueno conmigo,

Sin embargo, Dios fue bueno conmigo, y por eso soy apóstol. No desprecié el poder especial que me dio, y trabajé más que los otros apóstoles; aunque en realidad todo lo hice gracias a ese poder especial de Dios.

Pero yo no soy menos importante que los que vinieron después, y que se creen unos superapóstoles.

Sé que hablar bien de mí es una locura, pero ustedes me han obligado a hacerlo. Yo soy tan capaz como esos superapóstoles, ¡así que son ustedes los que deberían hablar bien de mí!

y hasta nos rogaron mucho que los dejáramos colaborar en esta ayuda al pueblo de Dios.

Tres años después fui a Jerusalén, para conocer a Pedro, y sólo estuve quince días con él.

Catorce años después, Dios me hizo ver que yo debía ir a Jerusalén. En esa ocasión me acompañaron Bernabé y Tito. Allí nos reunimos con los miembros de la iglesia y les explicamos el mensaje que anuncio a los que no son judíos. Luego me reuní a solas con los que eran reconocidos como líderes de la iglesia, pues quería estar seguro de que mi trabajo pasado y presente no iba a resultar un esfuerzo inútil.

Si alguien se cree importante, cuando en realidad no lo es, se está engañando a sí mismo.

Todos los de la iglesia son como un edificio construido sobre la enseñanza de los apóstoles y los profetas, y en ese edificio Jesucristo es la piedra principal.

Aunque soy la persona más insignificante en el pueblo de Dios, él me dio el privilegio de anunciar a los que no son judíos la buena noticia de las bendiciones de Cristo, las cuales nadie puede contar.

Para esto trabajo y lucho con la fuerza y el poder que Cristo me da.

por si acaso no llego a tiempo. Así sabrás cómo debemos comportarnos los que pertenecemos a la iglesia, que es la familia del Dios vivo. La iglesia sostiene y defiende la verdad.

'A los que triunfen sobre las dificultades y mantengan su confianza en mí, les daré un lugar importante en el templo de mi Dios, y nunca tendrán que salir de allí. En ellos escribiré el nombre de mi Dios y el de la ciudad celestial, que es la Nueva Jerusalén que vendrá. También escribiré en ellos mi nuevo nombre.




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