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Referencias Cruzadas

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Gálatas 2:14

Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

¡Esa conducta iba en contra del verdadero mensaje de la buena noticia! Por eso, hablé con Pedro delante de todos los miembros de la iglesia de Antioquía, y le dije: 'Tú, que eres judío, has estado viviendo como si no lo fueras. ¿Por qué, entonces, quieres obligar a los que no son judíos a vivir como si lo fueran?' La salvación viene sólo por confiar en Jesucristo

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y les dijo: --Ustedes deben saber que a nosotros, los judíos, la ley no nos permite visitar a personas de otra raza ni estar con ellas. Pero Dios me ha mostrado que yo no debo rechazar a nadie.

Por esos días llegaron a Antioquía algunos hombres de la región de Judea. Ellos les enseñaban a los seguidores de Jesús que debían circuncidarse porque así lo ordenaba la ley de Moisés, y que si no lo hacían, Dios no los salvaría.

Hemos sabido que algunos de aquí han ido a verlos, sin nuestro permiso, y los han confundido con sus enseñanzas.

Pero algunos fariseos que se habían convertido en seguidores de Jesús, dijeron: 'A los no judíos que han creído en Jesús debemos exigirles que obedezcan la ley de Moisés y se circunciden'.

A mí, nuestro Señor Jesús me ha enseñado que ningún alimento es malo en sí mismo. Pero si alguien piensa que alguna comida no se debe comer, entonces no debe comerla.

Tres años después fui a Jerusalén, para conocer a Pedro, y sólo estuve quince días con él.

Dios los llamó a ustedes, y por medio de Cristo les mostró su amor. Por eso casi puedo creer que, en tan poco tiempo, hayan dejado de obedecer a Dios y aceptado un mensaje diferente de esta buena noticia.

Ellos no obligaron a nadie a circuncidarse; ni siquiera a Tito, que no era judío.

Pero ni por un momento nos dejamos convencer, pues queríamos que ustedes siguieran obedeciendo el verdadero mensaje de la buena noticia.

Más bien, ellos comprendieron que a Pedro se le había encargado anunciar la buena noticia a los judíos, y que a mí se me había encargado anunciarla a todos los que no lo son.

Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados los líderes más importantes de la iglesia, se dieron cuenta de ese privilegio que Dios me había dado. Entonces quedamos de acuerdo en que Bernabé y yo anunciaríamos la buena noticia a los que no son judíos, y que ellos la anunciarían a quienes sí lo son. Y para mostrarnos que estaban de acuerdo, nos dieron la mano.

Los que quieren obligarlos a circuncidarse, sólo desean quedar bien con la gente. No quieren que se les maltrate por anunciar el mensaje de la cruz de Cristo.

Ustedes se comportan así porque, desde que oyeron el mensaje verdadero de la buena noticia, saben bien lo que Dios les tiene guardado en el cielo.

Si alguno de los líderes sigue pecando, corrígelo ante toda la iglesia, para que los demás tengan miedo y no hagan lo mismo.

Corran por un camino recto y parejo, para que el pie que esté cojo se sane y no se tuerza más. Advertencia

Todo esto son reglas que tienen que ver con comidas, bebidas y ceremonias de purificación que nos preparan para el culto. Las reglas indican lo que se debe hacer, pero no nos ayudan a cambiar nuestra manera de vivir. Esas reglas sólo servirán hasta que Dios las cambie por algo mejor. El nuevo sacrificio




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