Algunos judíos andaban por la ciudad de Éfeso expulsando de la gente espíritus malos, y usaban el poder del Señor Jesús para expulsarlos. Les decían a los espíritus: 'Por el poder de Jesús, de quien Pablo habla, les ordeno que salgan'.
Los apóstoles siguieron anunciando el mensaje de Dios. Por eso, más y más personas se convirtieron en seguidores de Jesús, y muchos sacerdotes judíos también creyeron en él. Arresto de Esteban
Todos los que lo oían, decían asombrados: '¡Pero si es el mismo que allá en Jerusalén perseguía y maltrataba a los seguidores de Jesús! ¡Precisamente vino a Damasco a buscar más, para llevarlos atados ante los sacerdotes principales!'
Saulo se fue a la ciudad de Jerusalén, y allí trató de unirse a los seguidores de Jesús. Pero estos tenían miedo de Saulo, pues no estaban seguros de que en verdad él creyera en Jesús.