Si Onésimo te hizo algo malo, o si te debe algo, cóbramelo a mí.
Si realmente me consideras tu hermano, pues ambos confiamos en el Señor, entonces te pido que lo recibas como me recibirías a mí.
Con esta firma, que es de mi puño y letra, me comprometo a pagarte todo. Aunque, francamente, no deberías cobrarme nada, pues todo lo que tienes y eres me lo debes a mí.