Yo, que estoy preso por servir al Señor, les ruego que vivan como deben vivir quienes, como ustedes, han sido llamados a formar parte del pueblo de Dios.
Está bien que yo piense así de todos ustedes, porque los quiero mucho, y porque ustedes comparten conmigo el trabajo de amor que Dios me ha encargado. En la cárcel o delante de los jueces, ustedes siempre me apoyan para afirmar la verdad de esta buena noticia.
pues por trabajar para Cristo casi se muere: arriesgó su propia vida para darme la ayuda que ustedes no podían darme personalmente. Ser como Jesucristo
Filemón, querido compañero de trabajo: Te escribe Pablo. Como bien sabes estoy preso por servir a Jesucristo. Recibe mis saludos y los del hermano Timoteo.