El primer mandamiento que va acompañado de una promesa es el siguiente: 'Respeta y obedece a tu padre y a tu madre,
Así que páguenle a cada uno lo que deban pagarle, ya sea que se trate de impuestos, contribuciones, respeto o estimación. El amor
para que todo te salga bien y tengas una larga vida en la tierra'.
Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, ellos deben ser los primeros en ayudarla en todas sus necesidades, así como ella antes los cuidó y ayudó. Esto es lo que conviene hacer ante Dios, pues así quiere él que se haga.