Esta es la última vez que bebo de este vino con ustedes. Pero cuando estemos juntos otra vez en el reino de mi Padre, entonces beberemos del vino nuevo'.
¡Qué felices serán cuando llegue el dueño a la casa, en la noche, o en la madrugada! Les aseguro que el dueño hará que sus sirvientes se sienten a la mesa, y él mismo les servirá la comida.
Queridos hermanos de Éfeso:
A ustedes, que pertenecen al pueblo especial de Dios, que siguen creyendo en Jesucristo y viven muy unidos a él, les envío mis saludos.
Yo, Pablo, soy apóstol de Jesucristo porque Dios así lo quiso.
Nosotros somos creación de Dios. Por nuestra unión con Jesucristo, nos creó para que vivamos haciendo el bien, lo cual Dios ya había planeado desde antes. Cristo nos une a todos
y él gobierna a su iglesia y le da vida. Él es la cabeza y la iglesia es su cuerpo.
Cristo es el principio de todas las cosas. Por eso fue el primero en resucitar, para ocupar el primer lugar en todo.