Por su unión con Jesucristo, ustedes también forman parte de ese edificio, donde Dios habita por medio de su Espíritu.
¿Acaso no saben que ustedes son un templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes?
Apolo y yo somos servidores de Dios. Ustedes son como un campo de trigo, y Dios es el dueño; son como un edificio construido por él.
El cuerpo de ustedes es como un templo, y en ese templo vive el Espíritu Santo que Dios les ha dado. Ustedes no son sus propios dueños.
Nosotros somos el templo del Dios vivo, y si Dios está en nosotros, no tenemos nada que ver con los ídolos. Dios mismo dijo: 'Viviré con este pueblo, y caminaré con ellos. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo'.
También le pido a Dios que Jesucristo viva en sus corazones, gracias a la confianza que tienen en él, y que vivan sólo para amar a Dios y a los demás.
Si obedecemos a Dios, viviremos unidos a Dios y él vivirá unido a nosotros. Eso lo sabemos por el Espíritu Santo que nos ha dado.
Sabemos que estamos íntimamente unidos a Dios porque él nos ha dado su Espíritu.
Por eso sabemos y creemos que Dios nos ama. Dios es amor, y cualquiera que ama a sus hermanos está íntimamente unido a Dios.