Pero nosotros siempre debemos darle gracias a Dios por ustedes. Dios los ama y los eligió desde un principio para que se salvaran del castigo. Los eligió por medio del Espíritu que los separó para él, y por aceptar la buena noticia.
Por eso mismo estoy sufriendo ahora. Pero no me avergüenzo de lo que me pasa, porque yo sé bien en quién he puesto mi confianza. Estoy seguro de que él tiene poder para hacer que la buena noticia se siga anunciando hasta que llegue el fin del mundo.
Por medio de Cristo, ustedes creen en Dios, quien lo resucitó y le dio un lugar de honor en su reino. Por eso ustedes han puesto su confianza en Dios y están seguros de que él les dará todo lo que les ha prometido.