diciendo:
'¡Alabemos a nuestro Dios!
¡Así sea!
Admiremos su fama y sabiduría,
su poder y fortaleza.
Demos a nuestro Dios,
gracias y honor por siempre.
¡Así sea!'
Porque si tú das gracias a Dios con tu espíritu, y te escucha algún extraño, no podrá unirse a tu oración porque no entenderá lo que dices. No podrá hacerlo, porque no habrá comprendido nada.
Todo esto es por el bien de ustedes. Porque mientras más sean los que reciban el amor y la bondad de Dios, muchos más serán los que le den las gracias y reconozcan su grandeza.
Y todo lo que hagan o digan, háganlo como verdaderos seguidores del Señor Jesucristo, y denle gracias a Dios el Padre por lo que Cristo ha hecho por ustedes. La familia cristiana
Por eso, alaben a Dios nuestro Salvador y reconozcan su grandeza, poder y autoridad, pues él nos envió a nuestro Señor Jesucristo. Alabémosle por todo esto ahora y siempre. Amén.
Los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se inclinaron hasta tocar el suelo, diciendo: '¡Así sea! ¡Que todos alaben a Dios!' Y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono.