Los que se preparan para competir en un deporte, dejan de hacer todo lo que pueda perjudicarles. ¡Y lo hacen para ganarse un premio que no dura mucho! Nosotros, en cambio, lo hacemos para recibir un premio que dura para siempre.
Sé que Dios es un juez justo y que, cuando juzgue a todos, me dará una corona como premio a mi obediencia. Y no sólo a mí me la dará, sino también a todos los que realmente desean que él venga y con ansias esperan su regreso. Instrucciones personales
Al que soporta las dificultades Dios lo *bendice. Porque cuando las supera, Dios le da el premio y el honor más grande que puede recibir: la vida eterna que ha prometido a quienes lo aman.
¡Dios bendiga a quien lea en público este mensaje! ¡Y bendiga también a los que lo escuchen y lo obedezcan! ¡Ya viene el día en que Dios cumplirá todo lo que se anuncia en este libro! Saludo
Por eso el Señor dice:
'Yo volveré cuando menos lo esperen. Volveré como el ladrón, que roba en la noche menos esperada. ¡Dios bendecirá al que se mantenga despierto y vestido, pues no lo sorprenderán desnudo! ¡Ni tendrá nada de qué avergonzarse!'
'No tengas miedo de lo que vas a sufrir. El diablo meterá a algunos de ustedes en la cárcel, para ver si en verdad confían en mí. Ustedes tendrán muchas dificultades durante un corto tiempo. Pero si confían en mí hasta la muerte, yo les daré como premio la vida eterna.
'Yo sé que tú vives en la ciudad donde Satanás tiene su trono, y que a pesar de eso sigues confiando en mí. Ni siquiera dudaste cuando en esa ciudad mataron a Antipas, quien siempre demostró su confianza en mí.
Acuérdate de todo lo que has aprendido acerca de Dios, y arrepiéntete y vuelve a obedecerlo. Si no lo haces, iré a castigarte, y llegaré cuando menos lo esperes; lo haré como el ladrón, que nunca se sabe cuando llegará a robar.
Había también otros veinticuatro tronos, los cuales formaban un círculo, y en ellos estaban sentados veinticuatro ancianos. Esos ancianos estaban vestidos con ropas blancas, y tenían una corona de oro en la cabeza.